Una inspección directa, rápida y precisa del recto.
La proctoscopía permite observar el interior del canal anal y el recto bajo mediante un instrumento óptico. Es muy útil para diagnosticar hemorroides, fisuras, pólipos, sangrados o inflamaciones en la parte final del intestino.
Se realiza de forma ambulatoria, con mínima molestia y sin necesidad de sedación.